Según se ha conocido extraoficialmente, después de que termine el proceso contra las dos implicadas en el caso Colmenares, las jóvenes mujeres tienen planeado seguir dando golpes, pero ésta vez en el terreno de los negocios y el emprendimiento. Al parecer ya tienen muy adelantado un modelo de negocio que se concentraría en organizar y amenizar fiestas de Halloween dirigido exclusivamente a los jóvenes, sin importar el estrato, condición social, orientación religiosa o sexual; la única condición es que estén vivos. Aunque cabe aclarar que de resultar una condena en su contra, el proyecto no se iría por el caño, pues tendría futuro aun en prisión, sobre todo para organizar los populares reinados de internas (de internas del servicio).
El modelo consistirá en ofrecer varios servicios dentro de los agasajos, entre ellos por ejemplo el servicio de primeros auxilios, ya que nunca se sabe cuándo se tenga que atender a algún invitado no deseado y ante la imposibilidad de dejarlo tirado, la última opción es evitar que muera. También para la recreación de los más chicos se podrán implementar pasatiempos tradicionales como jugar a las escondidas, que consistirá en premiar a aquel que logre ocultar con éxito el mayor número de pruebas. Pero la parte musical no se queda atrás, pues cada fiesta tendrá un concierto para delinquir incluido que constará de un mínimo de músicos que se encarguen de romperla pero sin matarla.
Laura y Jessi quieren que su empresa sea un ejemplo de iniciativa empresarial, y por esto están decididas a conquistar el mercado ya que no han podido con los jueces y fiscales. Es así como han querido llamar a un socio capitalista, que no sea abogado, y quien en primera instancia sería Carlos Cárdenas, un pequeño empresario con quien Laura ha tenido muy buenas relaciones en el pasado, es decir que se conocen de atrás.
La empresa aun no tiene nombre definido. Primero habían pensado en llamarla Picardías, pero se dieron cuenta que este nombre ya había sido usado en otra empresa con el mismo fin y además había sido patentado por el presidente Santos. Se esperan que pronto entre a funcionar el proyecto pero no quieren ir de prisa, ya que la última vez que salieron de afán, terminaron en un caño y luego en un juzgado.
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